Monday, June 6, 2011     17:19
 

Los sucesos independentistas de Panamá y la Diosa Fortuna

El movimiento secesionista panameño de Colombia, llevado a cabo el 3 de noviembre de 1903, estuvo en varias ocasiones, acompañado por un enorme factor de suerte, que fue decisivo para allanar dificultades, que permitieron obtener soluciones positivas.

Este encadenamiento de eventos, que llevaron a una exitosa finalización, casi incruenta, recuérdese que solo falleció un ciudadano chino, Kong Wong Yee, y un fino caballo peruano, perteneciente a la ecurie de don Enrique Linares.

No se tiene, en esta presentación , el más leve interés en demeritar las acciones de los Próceres de la Independencia, quienes expusieron sus vidas y la de sus familiares, además de sus haciendas, para legarnos una patria digna y valiente.

Resulta muy fácil, en las actuales circunstancias, a un siglo de los sucesos independistas, lanzar dardos envenenados contra los venerables Padres de la Patria, sin preocuparse por hacer un estudio serio, sobre la situación y los eventos que se fueron desarrollando en esos días novembrinos.

La primera reunión del grupo autodenominado “conjurados “, se llevó a cabo en una finca en Las Sabanas, (en las afueras de la ciudad en esos tiempos) y propiedad de los hermanos Arias Feraud (Pedro y Ramón).

Ese 26 de julio de 1903, asistieron el Cónsul de los Estados Unidos en Panamá, Hazekiah Grudger, Herbert Prescott, Mayor William Henry Black, ingenieros Mark Brooks y Austin C. Harper, José Gabriel Duque, Manuel Espinosa B., Ricardo M. Arango, Nicanor A. de Obarrio, José Agustín Arango y otros prominentes ciudadanos de Panamá, totalizando entre 26 s 28 presentes.

Esta reunión de distinguió por ser totalmente amplia y abierta, donde se pronunciaron muchos discursos, totalmente llenos de frases patrióticas y sin reparo en manifestar las Ideas separatistas, que allí se estaban incubando.

Desde los primeros oradores, quienes imprimieron una tónica revolucionaria y francamente separatista, se continuó con la misma tónica, que respaldada por los numerosos brindis que se llevaron a cabo, fueron haciendo esta retórica, de tipo cada vez más subversiva y definida hacia un objetivo final : separación de Colombia y firma de un tratado, directamente con los Estados Unidos, de nación soberana y libre de a otra de similar rango y categoría.

De haber el gobierno colombianos, presentado, de inmediato, una protesta por este tipo de reunión, hubiera existido un poco de más recato y hasta posible temor para efectuar otras similares.

Si se hubiera notificado, inmediatamente, a los Estados Unidos, que se propio Cónsul, había tomado parte activa en una concentración política de esta categoría, no hay dudas, que se hubieran tomado medidas que de alguna forma, impedirían el libre movimiento
de estos acto.

El inmiscuirse en los actos internos de otra nación, siempre ha sido un punto, muy celosamente, guardado y protegido por todas las naciones.

El Capitán J.R. Beers, agente de fletes del Ferrocarril de Panamá, fue enviado por este mismo grupo hacia los Estados Unidos, con el objeto de conseguir informes sobre los logros que llevaba obtenidos nuestra nación, en el sentido de un apoyo para Panamá en su voluntad independista.

Al regreso de su viaje, el prócer José Agustín Arango, le ofreció un agasajo, (4 de agosto de 1903), donde el militar norteamericano, rindió un detallado informe sobre sus actividades.

Este agasajo fue llevado a cabo en lugar público y sin ningún reparo en ocultar sus verdaderos motivos separatistas.En abril de 1903 llegó a Panamá una Comisión enviada directamente por el Presidente Roosevelt, integrada por el MayorWilliam Murray Blaack y el Capitán R.B. Harper, con el aparente propósito de “ hacer estudios en las costas del Caribe”, pero que en realidad venían a realizar unos sondeos entre panameños prominente, sobre la posibilidad de una separación de Colombia y luego negociar, directamente con los Estados Unidos, un tratado sobre el Canal.

Estos espías obtuvieron importante cantidad de informaciones de tipo milita ( cantidad de tropas colombianas en Panamá y Colón, distribución de ellas, defensas, armamentos, colocación y cantidad de cañones, deudas del Gobierno Colombiano a las tropas del Batallón Colombia.

Una vez terminada su misión, regresaron directamente a Washington, donde fueron recibidos de inmediato por el Presidente Roosevelt y presentaron su informe, que fue debidamente estudiado por el presidente y su Comité de Asesores, ya que se trató de algo muy bien estudiado y con un gran número de importantes detalles

Estos dos espías que se pasearon por Panamá y Colón, haciendo preguntas y tomando fotos con toda libertes, no llegaron a ser, en ningún momento, molestados o interrogados por los servicios de policía.

El 1 de septiembre de 1903.arribó el doctor Amador Guerrero a New York, en el vapor Seguranza y se hospedó en el Hotel Endicot hasta el 20 de octubre, obteniendo los últimos datos sobre el próximo golpe revolucionario, que en el mismo Panamá, no sabían todavía en que fecha exacta, se iba a llevar a cabo.

En este viaje de Amador fue donde se arriesgó todo de una sola vez, ya que el viajero traía amarrada a su cintura la nueva bandera panameña diseñada y confeccionada por Madame Bunau Varilla, y en su equipaje, numerosas cartas para personajes de la ciudad, declaración de independencia, cablegrama que lo nombraba como Ministro Extraordinario de Panamá en Washington, numerosas cartas para amigos panameños y un libro para comunicaciones en clave.