Monday, June 6, 2011     17:19
 

El monumento a los próceres de la independencia

El grupo de insurrectos, que estaba planeando un movimiento separatista de Colombia, tuvo su primera reunión en una finca de los hermanos Arias ( Pedro y Ramón ), en las afueras de la ciudad de Panamá, hacia finales de julio de 1903.

Además de los caballeros ya citados, se encontraban varios familiares de los señores Arango, don Carlos C. Arosemena y empleados del Ferrocarril de Panamá ( Herbert Prescott, segundo superintendente, Arosemena, ingeniero civil, Arango, abogado. ).

El total de asistentes fue alrededor de veinticinco.

A este primer conclave no asistió el doctor Amador Guerrero, quien se unió al movimiento a principios de agosto.

Los gérmenes independistas estaban en la mente de todos los panameños, que fincaban sus ilusiones en la construcción del Canal por tierras istmeñas.

Se esperaba la aprobación del Tratado del Canal de Panamá, entre Colombia y los Estados Unidos o en caso contrario, se encabezaría un movimiento secesionista para obtener la completa liberación de nuestro país.

El Senado colombiano se reunió en sesiones extraordinarias el 20 de junio de 1903 para discutir el Tratado y finalmente , después de largas y encendidas discusiones, lo rechazó en forma unánime, el 9 de agosto de 1903.

El gobierno colombiano había previamente recibido toda clase de mensajes, en el sentido de indicarles lo serio que resultaría este paso, que inclusive se percibía como la pérdida del Istmo de Panamá y la creación de una nación soberana, que entonces firmaría un tratado directamente con los Estados Unidos.

El gobierno colombiano desestimó los informes que miembros de su Cuerpo Diplomático en Washington le enviaban sobre las consecuencias que este rechazo podría traer a Colombia.

El mismo Bunau Varilla, fue de los primeros en advertirle seriamente a dicho gobierno, las repercusiones que tendría la desaprobación del documento, de tanta importancia para el desarrollo del país istmeño.

El 13 de junio de 1903, le envió un cable desde París al Presidente Marroquín de Colombia, donde le decía “ la falta de ratificación del Tratado presentaría el siguiente dilema: la construcción del Canal por Nicaragua y la pérdida absoluta para Colombia de las ventajas incalculables que habría de reportar la construcción en su territorio de la gran arteria del comercio universal. O LA CONSTRUCCIÓN DEL CANAL DE PANAMA DESPUÉS DE LA SEPARACIÓN Y LA DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA DEL ISTMO DE PANAMA BAJO LA PROTECCIÓN DE LOS ESTADOS UNIDOS COMO SUCEDIÓ EN CUBA”

El 9 de agosto de 1903, el Senado colombiano, en forma unánime, rechazó el Tratado Herrán-Hay.

La secesión del Istmo de Panamá, tal cual se había pronosticado, se llevó a cabo, el 3 de noviembre de 1903.

La Junta de Gobierno Provisional ( José Agustín Arango, Federico Boyd y Tomás Arias, con la suplencia de Manuel Espinosa Batista ), tomó bajo sus riendas la conducción de los asuntos de la nueva república, hasta la toma de posesión del Dr. Manuel Amador Guerrero electo por la Convención Nacional Constituyente, como Primer Presidente de la República.

El pueblo panameño agradecido por todos los esfuerzos y luchas de nuestros próceres, le erigió, en la Plaza de la Catedral, unos bustos con las efigies de cada uno de ellos, que se inauguraron el 21 de junio de 1926, a las 4:00 p.m.

Una enorme muchedumbre se había congregado para estar presente en la vistosa y solemne ceremonia que estaba a punto de desarrollarse.

En esos mismos tiempos se estaba llevando a cabo en nuestra ciudad, el Congreso Anfictiónico, que había sido convocado por Bolívar y cuyos delegados estuvieron presentes en la plaza Catedral, como invitados de honor.

Los bustos de los próceres Manuel Amador Guerrero, Federico Boyd, José Agustín Arango y Manuel Espinosa Batista, esculpidos en bronce, vinieron a adornar la belleza de la Plaza Catedral.

La Banda Republicana amenizó el acto con escogidas piezas de su repertorio, a la vez que cerró el acto con las notas del Himno de Panamá..

En nombre del Gobierno Nacional, llevó la palabra el Dr. Carlos L. López, Secretario de Gobierno y Justicia. ( Desde octubre de 1941 se cambió a Ministro la denominación oficial de los miembros del Gabinete Presidencial ).

Don Tomás Arias, único sobreviviente de este honroso grupo, recibió una medalla de oro y dirigió la Oración alusiva en este acto. A su muerte, también se añadió su efigie en bronce.

La Asamblea Nacional, por medio de la Ley No. 49 de 1924, había ordenado honores para los cuatro próceres, miembros de la Junta de Gobierno Provisional de la República
y la confección de bustos de bronce.

Estos reconocimientos siempre han permanecido en Plaza Catedral, aunque han tenido cambios en su alineamiento, poco afortunados, en algunas ocasiones.