Monday, June 6, 2011     17:19
 

El primer papel moneda en Panamá

En la noche del 30 de septiembre de 1941, el Presidente de la República, Dr. Arnulfo Arias Madrid, hizo una alocución por radio al país, con motivo de cumplirse el primer aniversario de su gestión administrativa. Uno de los puntos anunciados en ese mensaje, se refería a la formación del Banco Central de Emisión de la República de Panamá.

En otras palabras, la nación panameña contaría con su propio papel moneda a partir del 1 de octubre.

En el artículo 117 de la Constitución Nacional aprobada en 1904, se establecía en forma determinante que Panamá no tendría este tipo de moneda, sino que aceptaría el dólar americano como circulante normal en todo el territorio.

Al aprobarse en 1941 la nueva carta magna, el camino quedaba expedito para el establecimiento de un sistema monetario panameño.

Con anterioridad en nuestra historia, ya se había intentado dar un paso en ese sentido, cuando Panamá formaba parte de la Gran Colombia como Estado Soberano en 1865, al ponerse en circulación billetes de uno, dos y tres pesos.

En 1911, bajo la presidencia de Pablo Arosemena, se aprueba la Ley No.45, que autorizaba al Banco Nacional para emitir billetes de banco hasta por B/.500,000.00 y en denominaciones de 1, 2, 5 y 10 balboas, con una reserva en metálico de hasta un 59%. Sin embargo, este proyecto nunca se llevó a la realidad.

Bajo la administración del Presidente Belisario Porras en 1913, se promulgó la Ley 19, que igualmente facultaba al Banco Nacional para emitir billetes de banco hasta por un millón de balboas, que tampoco se llegó a poner en práctica.

También en 1933 el Contralor General en ese entonces, Martín Sosa, realizó un estudio financiero muy completo donde demostraba los beneficios que tendría la nación, si emitiera su papel moneda. No obstante lo documentado de la proposición, no fue aceptada por la Asamblea Nacional.

En esta nueva ocasión de 1941, se creaba el Banco Central de Emisión, que estaría manejado por una Junta Directiva, formada por el Ministro de Hacienda, el Gerente del Banco Nacional, el Administrador de la Caja de Ahorros y dos ciudadanos seleccionados por el Poder Ejecutivo, con sus respectivos suplentes, quienes desempeñarían el cargo por un término de seis años.

Para la toma de decisiones se necesitaba el voto de por lo menos cuatro de sus miembros (80%).

Entres sus funciones estaba la escogencia del personal, la asignación de sus sueldos y todos los detalles organizativos de una nueva entidad financiera.

La Contraloría tendría una acción fiscal, con arqueos de caja, por la menos cada 3 meses, que serían publicados por los diarios de la localidad.

La emisión total de los billetes nuevos sería por seis millones de balboas. No se contempló ningún cambio de nombre para la unidad monetaria, conservándose la misma designación de balboa, tal como se había aprobado mediante la Ley 84 de 1904.

Por cada billete debería existir una reserva equivalente en moneda plata nacional de curso legal, o 0.987 1/2 miligramos de oro, garantizados en las bóvedas del Banco Nacional, hasta que la nueva entidad tuviera sus propios edificios.

Esta bóveda tendría tres cerraduras con una llave diferente para cada miembro, necesitándose la presencia de tres directores en forma simultánea para poder abrirla.

Igualmente se tomaban precauciones para la destrucción futura de los billetes mutilados, que se llevaría a cabo en presencia de miembros de la Junta Directiva y del Contralor General, llevándose un acta de lo efectuado.

Los gastos iniciales de esta emisión corrieron por cuenta del Tesoro Nacional y la impresión la llevó a cabo la reconocida firma de Hamilton Bank Note Company de New York.

El 2 de octubre de 1941 salieron a la circulación los billetes panameños, siendo el presidente Arias el primero en presentarse a las oficinas del Banco Nacional a cambiar dólares por balboas.

La serie de 1941 se detalló de la siguiente manera:

  • 720,000 billetes de B/.1.00
  • 100,000 billetes de B/.5.00
  • 100,000 billetes de B/.10.00
  • 25,000 billetes de B/.20.00

para un gran total de B/2,720,000.00.

En el anverso aparecía el facsímil de la firma de Don Enrique Linares Jr., Ministro de Hacienda y Tesoro y de A. G. Arango, Contralor General de la República.

Los nuevos billetes tenían exactamente el tamaño de los dólares. En denominación con valor de uno: Efigie de Vasco Nuñez de Balboa en el centro y su color era verde. Para los de cinco: color azul y con la estatua del cacique Urracá. En los de diez, con tono rojizo, mostraba la torre de Panamá Viejo. Identificando a los de veinte, estaba una carreta tirada por dos yuntas de bueyes y su boyero.

En el centro del reverso de todos los billetes, estaba el escudo nacional con el nuevo lema de Honor, Justicia, Libertad, que había reemplazado el tradicional Pro Mundi Beneficio y por supuesto sólo las siete estrellas identificando las provincias existentes.

La aceptación de los nuevos billetes en Panamá, cada vez era mayor. En la Zona del Canal, el Contralor W. H. Kramer, debidamente aprobado por el Coronel J. C. Mehaffey, Gobernador encargado, enviaba un memorándum a todas las dependencias, el día 8 de octubre, donde anunciaba que "el papel moneda de la República de Panamá, en sus denominaciones de 1, 5, 10 y 20, expedidos bajo la autorización y descrito en una resolución de la Junta Directiva del Banco Central de Emisión de la República de Panamá, deben ser aceptados en toda la Zona del Canal".

Al día siguiente, 9 de octubre, el Presidente Arnulfo Arias, fue derrocado al abandonar el país en un viaje de incógnito a Cuba y sin la debida autorización de la Asamblea Nacional, tal como lo instituye la Constitución Nacional.

Por supuesto, en ese mismo momento feneció todo lo relacionado al nuevo papel moneda de Panamá, aunque oficialmente fue liquidado por medio de la Ley 29 del 30 de diciembre de 1941, que concedía un período de hasta diez años para cambiar estos billetes por su valor nominal. Asimismo se ordenó la quema de todo el papel moneda circulante extra, lo cual se hizo en los Hornos de la Mechanical Division del Canal de Panamá y levantando su respectiva acta.

El número exacto que fue puesto en circulación ese 2 de octubre de 1941, no se sabe en definitiva, pero se estima que por lo menos fue de medio millón de balboas. Lo cierto es que solamente en 1969, cuando se hizo un estudio del valor real de los billetes emitidos, se llegó a las siguientes cifras:

  • billetes de uno, valor real de B/.35.00
  • billetes de cinco, valor real de B/.75.00
  • billetes de diez, valor real de B/.150.00
  • billetes de veinte, valor real de B/.50.00

Es un hecho histórico que el papel moneda panameño sólo tuvo una efímera vida de siete días y desapareció de la escena cuando apenas empezaba a recibir aceptación algo generalizada en el país y sumarísima existencia en la Zona del Canal, ya que sólo tuvo validez por un sólo día.

En todos los catálogos de monedas y billetes se citan como extraordinariamente raros los pertenecientes a esta única serie de 1941 y muchas personas los guardan en lugares bien seguros, más por su carácter sentimental que por su valor real representado en la numismática.