Monday, June 6, 2011     17:19
 

Los grandes hospitales de la Zona del Canal

Hospital Ancón
Hospital Colón
Hospital Gorgas
Hospital Corozal
Asilo para Dementes

Hospital Ancón

Los franceses que arribaron a Panamá en 1880 para iniciar los trabajos del Canal, decidieron de inmediato atacar la fase curativa de las enfermedades, al emprender la construcción de hospitales modernos, uno en la ciudad de Colón y el otro en Panamá, denominando a este último L'Hopital Central
de Notre Dame de Panamá.

Era un imponente edificio central, dentro de un gran total de 96 unidades, muchos de ellos localizados en terrazas y destinados para habitaciones de enfermera y doctores, para empleados casados y solteros y otras 47 salas para hospitalización que se distribuían en 32 edificios.

El Hospital prestaba, desde sus comienzos, una excelente atención médica, encontrándose muy bien equipado y con un grupo de profesionales de la medicina de primer orden.

Las enfermeras, de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul, aunque no era profesionales graduadas, hacían un gran trabajo, con dedicación, amor y cariño.

Fue un grupo duramente atacado por la fiebre amarilla, ya que de las 22 originales que arribaron al istmo, 20 de ellas, ya habían sucumbido antes del primer año de trabajo.

La Compagnie Nouvelle du Canal de Panama igualmente falló en sus intentos de construir el gran camino entre dos mares y al vender todas sus propiedades al gobierno de los Estados Unidos el 4 de mayo de 1904, dejó una buena instalación hospitalaria, pero sobre todo quedaron unas estadísticas médicas de gran categoría, demostrando que de 1883 a 1889, más de 5000 defunciones ocurrieron en el Hospital y de ellas 1200 fueron debido a la fiebre amarilla.

La mayoría de las instalaciones entregadas por los franceses estaban en malas condiciones y hubo que hacerles grandes reparaciones, para su utilización rápida.

Se decidió llamar al nuevo centro, como Hospital Ancón, localizado en unas colinas del mismo cerro Ancón, en medio de una bellísima vegetación, jardines y con enormes árboles, que contribuían a una agradable temperatura.

El mayor Louis A. La Garde, fue nombrado como primer Superintendente y actuó hasta agosto 1, 1908 cuando fue substituido por el mayor John L. Phillips.

El nuevo cuerpo médico constaba de 25 doctores en medicina, 75 enfermeras graduadas y 7 enfermeros.

Había 23 salas para casos de medicina general, 8 para cirugía, 3 para ojos, oídos nariz y garganta, una para aislamiento y once para enfermos mentales, que funcionaba como una unidad aislada.

La capacidad del Hospital era de 550 camas, pero que se podía aumentar, en casos de urgencias, hasta 750.

Debido al aumento en casos mentales que llegaban buscando atención médica, fue necesario incrementar las camas y se decidió añadir dos nuevas salas, aumentando hasta 300 el número de pacientes.

Una cerca de 9 pies de altura rodeaba a estos dos nuevos edificios.

En abril 15 de 1905, los pacientes mentales se atendían en un pequeño lugar en Miraflores, porque su número era apenas de 18 enfermos.

Al ser transferidos al asilo especial del Hospital Ancón, el total había subido hasta 120.

Para junio de 1904, ya eran 254 los pacientes internados en esta sala especial para dementes.

Para un mejor control, estaban segregados por clases:

  1. Para los empleados del servicio ístmico en Estados Unidos.
  2. Para trabajadores del rol de oro y plata empleados por la Comisión del Canal.
  3. Para empleados del Ferrocarril de Panamá.
  4. Pacientes pagados por la República de Panamá ( 148 en 1909).
  5. Pacientes de caridad en la Zona del Canal.

Posteriormente se trasladaron al Hospital Matías Hernández en Panamá, más tarde llamado Hospital Psiquiátrico Nacional.

El Hospital Ancón fue el mejor centro hospitalario desde el sur de Río Grande hasta la Patagonia, dando servicios médico-quirúrgicos de suprema calidad en todo momento, donde siempre imperó una honestidad y orgullo de pertenecer a ese cuerpo médico, como nunca se había visto en Panamá.

El General William C. Gorgas falleció en Londres, el 4 de Julio de 1920 y el 24 de marzo de 1928, el gobierno norteamericano decidió rebautizar al Hospital Ancón con el nombre de Hospital Gorgas, que esta institución llevó hasta 1999, cuando fue revertida a nuestro país, de acuerdo con los Tratados Torrijos-Carter referentes al Canal de Panamá.

Hospital Colón

Al inicio de los trabajos de la Compagnie Universelle du Canal Interoceanique en 1881,
los franceses empezaron a construir un hospital en la ciudad de Colón, escogiéndose un bello sitio frente al Mar Caribe, en la parte Norte de la isla Manzanillo, para lo cual destinaron un presupuesto de un millón de dólares,

Tenía una fresca ventilación cruzada, con aire de mar eternamente presente y que llevaba corrientes de alivio para los internados.

Un excelente cuerpo médico y un grupo de enfermeras, provenientes de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul, quienes, aunque no eran profesionales, tenían la voluntad, cariño y amor para mitigar los dolores de los pcientes.

La capacidad hospitalaria era de 550 pacientes, que se distribuían en 40 edificios, construidos sobre pilares, unidos entre sí por puentes, pasillos y una alambrada protectora.

Había 15 salas para hospitalizaciones que podían recibir entre 12 a 40 pacientes, cada una.

Adicionalmente se levantaron casas para empleados casados y solteros, médicos, enfermeras, laboratoristas y personal de apoyo.

El centro hospitalario fue dotado de dispensarios, morgue, amplios depósitos y un bien provisto equipo técnico.

En Colón existía, desde los primeros días del Ferrocarril ( 1855 ), un pequeño nosocomio para atender a sus trabajadores y otro privado que se llamaba Stranger´s Hospital.

Después de la quiebra de la primera Compañía Francesa,( febrero 4,1886), al tomar control la Nouvelle Compagnie ( más conocida como la segunda ), las Hermanas de la Caridad se hicieron cargo del Hospital, principalmente como un asilo para indigentes.

Al adquirir los norteamericanos todas las propiedades francesas, en mayo de 1904, el Hospital Colon fue sometido a muy extensas renovaciones y construcción de nuevos edificios, por un valor de $ 200.00.00.

Igualmente compraron al pequeño Hospital del Ferrocarril, que constaba de dos pisos y tenía una capacidad para 30 pacientes.

La era norteamericana en el Hospital Colón, se inició el 14 de septiembre de 1904, con el Dr. L.W. Spratling, como primer superintendente, junto con 15 médicos y 50 enfermeras graduadas.

La organización fue semejante al Hospital Ancón en Panamá, e igualmente un equipo médico-quirúrgico de primera categoría.

El personal asignado a los llamados " hospitales de la línea", un total de catorce y localizados
en diferentes pueblos a lo largo del Ferrocarril, pertenecía al cuerpo médico del Hospital Colón y bajo la jefatura del Director de Hospitales, Dr.. H.R. Carter.

El Hospital Colón también se dedicaba al completo entrenamiento de los nuevos médicos contratados para trabajar en Panamá.

Para noviembre de 1906, se habían terminado con todas las instalaciones programadas para ser construídas.

El territorio que cubría este centro se extendía a los pueblos de Gatún, Cristóbal, Portobelo, así como también incluía las ciudades de Colón y Bocas del Toro, ya que la República de Panamá, no brindaba, por esos tiempos, la cobertura de salud en las regiones de la costa atlántica.

En el Dispensario se trataban casos de emergencia, con un promedio de 40 diarios.
prestando servicios las 24 horas del día.

El Hospital Colon siempre tuvo una gran afluencia de pacientes, llegando en junio de 1908 a un censo de 1050 admisiones, y con un record de 47 para un solo día, en ese mismo año y para el primer semestre de 1908, el total fue de 12.166 pacientes.

Se crearon varias juntas permanentes para el mejor manejo del centro, entre las cuales se destacaban la referente a la elaboración de loscontratos para el nuevo personal, otra de repatriaciones que discutía sobre los casos de problemas físicos o enfermedad, que necesitaran ser regresados a sus respectivos países.

La Comisión de Infecciones, de una gran importancia, revisaba los diagnósticos e informaba al Jefe de Sanidad, sobre la presencia de estas enfermedades en la comunidad o en los viajeros de reciente arribo.

El Hospital Colón fue de una ayuda notable para la atención de pacientes, durante la construcción del Canal de Panamá, por que mantuvo un nivel de primera categoría en el manejo diario de los pacientes.

La Compañía del Canal, dotó al Hospital con los mejores equipos, instrumental y cuerpo médico para que desempeñara con eficiencia la importante labor de salvar vidas.

Hospital Gorgas

Los servicios médicos brindados a la fuerza laboral, por la Compañía del Canal de Panamá, fueron en todo momento, señalados por una excelente calidad.

Dos hospitales y un centro para convalecientes en la isla de Taboga, fueron adquiridos entre las propiedades compradas a los franceses.( mayo 4 de 1904 ), por los norteamericanos.

Todas se encontraban en malas condiciones y hubo la necesidad de invertir grandes sumas de dinero para una remodelación, cónsona con la buena práctica de la Medicina.

El Hospital Ancón en Panamá, sucesor de L'Hopital Central du Panama ( 1882 ), se proyectó como un gran centro y tuvo una formidable organización, pero sus estructuras ya parecían ir cediendo al paso del tiempo, pues algunos de sus 90 edificios, ya pasaban de los 30 años de uso.

Se añadía, igualmente, la enorme extensión del área que ocupaba, que iba haciendo cada vez más tediosa y difícil la intercomunicación.

Los directores médicos, personal técnico, enfermeras y trabajadores manuales, coincidían en construir un nuevo hospital, en lugar de continuar con las frecuentes remodelaciones.

En abril de 1914, se nombró un Comité Especial con el objeto de " investigar y presentar recomendaciones para la reconstrucción del Hospital Ancón, de forma permanente".

Los miembros fueron, el doctor Alfred B. Herrick, en ese tiempo Superintendente Encargado del Hospital Ancón, el señor R.E.Wood, contralor del Canal y el arquitecto Samuel Hitt.

La idea original del Coronel William C. Gorgas, Jefe de Sanidad de la Zona del Canal, era construir un Hospital totalmente nuevo y además, en el mismo lugar, con capacidad para 1200 pacientes, incluyendo el Asilo para Dementes. Sin embargo, el Comité modificó esta cifra y la rebajó a 800, pero sin incluir a los pacientes mentales, para los cuales aprobaron un Hospital aparte.

El Comité Especial, también agregó otras recomendaciones, tales como:

1. conservación del mismo sitio para la nueva construcción.
2. cinco grupos de edificios para salas, cada uno con cocina, comedor y administración.
3. organización de la consulta ambulatoria .

El Congreso de los Estados Unidos, aprobó en abril de 1915, la suma de $ 2.000.000 para estos trabajos, que se extendieron hasta abril de 1919.

Además de contar con edificios recién construidos, el Hospital Ancón inició una renovación completa del equipo, médico-quirúrgico y de su estructura de trabajo.

El centro hospitalario se destacó por ser el único al sur del Río Grande, con la facultad de ofrecer tratamiento médico-quirúrgico, para cualquier tipo de casos.

Llegó a contar entre su personal, con 33 médicos, de gran renombre y prestigio, con 81 enfermeras graduadas, además de auxiliares, técnicos de diferentes tipos y personal de aseo.

Muy pronto esta calidad de atención médica que era ofrecida, fue siendo reconocida, recibida y comentada por la población en general y su fama se extendió por Centro y Sur América, llegando a tener muchos pacientes de esos lugares.

El 24 de marzo de 1928, el Congreso de los Estados Unidos aprobó una Resolución Conjunta, que decía " Como reconocimiento por sus distinguidos servicios a la Humanidad y como una forma de perpetuar el nombre y memoria del General William C. Crawford, el Hospital del Gobierno, hasta aquí, conocido como el Hospital Ancón, será conocido y designado, de ahora en adelante, como el Hospital Gorgas".

Solo fue un cambio de nombre para el Hospital, pues el Gorgas, continuó y mejoró aún, la excelencia de la medicina en Panamá y fue un punto de comparación con los hospitales panameños, entre los cuales, únicamente, el Hospital General de la Caja de Seguro Social de Panamá, ( 1962 ), fue el hospitalario de nuestra república, que igualó y superó tal categoría, ya que tuvo la fortuna de iniciarse con un cuerpo médico de extraordinaria calidad, algunos de los cuales, provenían de esa escuela e implantaron normas semejantes de mística y orgullo en la atención , dedicación y consagración al tratamiento de los pacientes, que se mantuvieron por tres quinquenios.

El Hospital Gorgas continuó funcionando hasta octubre de 1999, cuando, de acuerdo con los Tratados Torrijos-Carter del Canal de Panamá, pasó a manos panameñas.

Por 71 años continuos funcionó este centro hospitalario, de gran renombre y de grata recordación, como faro luminoso de la Medicina.

Hospital Corozal

Los pacientes con trastornos mentales, severos y crónicos, fueron atendidos, inicialmente. en una sección del pequeño Hospital Miraflores que construyeron los franceses (1881).

Luego, desde 1907, los norteamericanos, habilitaron una sala especial del Hospital Ancón que, posteriormente fue ampliada, en vista del gran aumento de estos enfermos.

Hacia 1915 fueron reubicados en la Granja-Hospital en Corozal, donde la sección médica y la agrícola se fusionaron bajo el nombre de Hospital Corozal.

Los primeros ocupantes de las instalaciones fueron los dementes y los crónicos, este término para referirse a aquellos que no tenían hogar y habían trabajado en la construcción del Canal.

Los dementes eran enviados al Hospital Ancón, para hacerle todos los análisis pertinentes, ( Rayos X, electrocardiogramas, cuentas de sangre, urinálisis y punción lumbar ) con el objeto de determinar si estaban en óptimas condiciones físicas para resistir los tratamientos de shock eléctrico, que estaban muy de moda en esos tiempos.

Por medio de un convenio firmado entre los Estados Unidos y el gobierno panameño, el cuidado para nuestros conciudadanos, era cubierto a razón de $ 1.00 diario y el proceso de admisión se llevaba a cabo mediante una nota de la Cancillería.

Este servicio lo ofrecieron los norteamericanos desde 1915 hasta 1933, ya que Panamá decidió construir en 1934, el Retiro de Matías Hernández, dedicado solamente al tratamiento especializado de los enfermos mentales y situado en un amplio terreno en las afueras de la ciudad. Con posterioridad, se le cambió el nombre para Hospital Psiquiátrico Nacional, que lo hacía aparecer con una merecida distinción.

La Oficina Ejecutiva del Canal de Panamá, expidió la circular 625 en septiembre de 1915, donde se establecía el reglamento para la operación de esta nueva fusión que se iniciaba.

El Hospital Corozal, dentro de su aspecto de granja, llegó a tener una gran cantidad de vacas lecheras, puercos, gallinas, conejos, palomas y una gran cantidad de árboles frutales (papayas, mangos, naranjas, limones, pipas y marañones).

Dentro de su carácter médico, tenía un censo diario de 240 pacientes y 100 que se clasificaban en la categoría de crónicos.

Los pacientes también trabajaban en terapias ocupacionales, como la manufactura de escobas, plumeros y trapeadores o en talleres de costura y reparación de objetos.

Por necesidades de tipo militar, el amplio sitio del Hospital, tuvo que ser reducido a solo unos 75 acres, que significó, igualmente, una disminución en las labores que desarrollaban los pacientes.

Fue en este centro hospitalario, donde se inició en Panamá y la Zona del Canal, el tratamiento por medio del shock eléctrico, para las afecciones mentales, que estuvo muy de moda en Europa después de las innovadoras experiencias del neuro-psiquiatra italiano Cerletti en 1938.

El Hospital Corozal, logró reunir una casuística de 8000 de dichos tratamientos, desde que lo iniciaron en septiembre de 1947, obteniendo un 80% de éxitos.

A solamente nueve años de que la Psiquiatría mundial poseía esta arma terapéutica, ya estaba en manos de los médicos del Hospital Corozal, quienes acumularon una amplia experiencia en este tipo de terapia y por los favorables resultados que obtuvieron.

El nuevo tratamiento se daba tres veces por semana y el total para cada paciente, variaba entre 6 a 60 sesiones.

Nunca hubo una muerte que lamentar, aunque se presentaron varias complicaciones, tales como fracturas de vértebras, dislocaciones de articulaciones, hematomas y traumatismos variados, productos de las convulsiones que provoca el tratamiento eléctrico.

También se emplearon otras medidas terapéuticas para las afecciones mentales, como la inyección intravenosa de metrazol y la vía intramuscular para la insulina, métodos que requerían un mayor control en las dosis y cuidados de pacientes.

El personal médico estaba formado por el Superintendente Dr. George B. Hudock, el Coronel Leon Malock y el Mayor T.B. Hauschild, ambos psiquiatras y la Enfermera Jefe Marie McNeff, con la ayuda de otras 15 enfermeras graduadas.

El Hospital Corozal se destacó enormemente en el cuidado y tratamiento de pacientes con afecciones mentales, siendo este trabajo motivo de varios reconocimientos a nivel mundial y asimismo, sirvió de ejemplo para el nuevo Retiro de Matías Hernández, que venía a marcar nuestros primeros pasos en la atención hospitalaria de casos psiquiátricos.

Asilo para Dementes

El problema de las enfermedades mentales siempre ha presentado diferentes facetas, en ocasiones, de muy difícil solución. Las enfermedades febriles por excelencia durante la construcción del Canal, amarilla y malaria, por lo general dejaban en los pacientes grandes episodios de depresión nerviosa, que venían a incrementar la necesidad de un tratamiento especializado para esta afección.

Es notable, que desde diciembre de 1904, el Convenio Taft, firmado entre los Estados Unidos y Panamá, para dirimir desavenencias surgidas por motivo de interpretaciones unilaterales del Tratado Hay-Bunau Varilla, referente al Canal de Panamá, consideraba en uno de sus artículo el problema mental.

A la sazón, emplazaba al país norteño a " construir, mantener y manejar un hospital u hospitales, ya sea en la Zona del Canal o en territorio panameño, para personas con enfermedades mentales o con lepra y para los enfermos de caridad y los Estados Unidos aceptan para tratamiento, a las personas de estas categorías, que sean enviadas por la República."

Siguiendo estos pensamientos, un grupo inicial de 18 pacientes panameños, que luego ascendió a 125, fueron trasladados a unas instalaciones en la población de Corozal , pero conocido más bien como el Hospital de Miraflores, donde se brindaba este tipo de tratamientos.

La República de Panamá pagaba $ 1.00 diario, por la atención de estos pacientes.
Sin embargo, se trataba de unas instalaciones ya viejas y desgastadas, provenientes de los tiempos franceses, además, los administrativos no querían esta separación de pacientes y deseaban que volvieran al Hospital Ancón.

Las autoridades del Canal, estaban con la necesidad urgente de más espacio físico para albergar a un grupo numeroso de nuevos trabajadores que debían arribar muy pronto al Istmo.

El resultado fue una autorización del 4 de octubre de 1905 para la construcción de nuevos edificios para alojar, en instalaciones propias, a los dementes en área cercana del Hospital Ancon.

En febrero de 1907, fue inaugurado el Asilo para dementes del Hospital Ancón, contando con un total de doce edificios, distribuidos así:

  1. Administración: Dos pisos para habitaciones de médicos, enfermeras oficina central, cuarto de depósito y comedor central.
  2. Cocina Central : Con un almacén central y cuarto para empleados. Preparación de alimentos para todos los pacientes.
  3. Comedor: Solo para enfermos y previa recomendación médica
  4. Dos edificios de dos pisos para pacientes varones, con una capacidad de 32 a 44 camas.
  5. Edificio para mujeres: Un solo piso y capacidad de 16 camas, únicamente como un centro de recuperación.
  6. Edificios especiales: En número de tres y de un solo piso. || Capacidad de 20 camas cada uno. Dos para hombres y el otro para comedor, oficina de enfermeras y depósitos.
  7. Celdas para hombres. Destinadas a pacientes violentos, con ventanas muy altas y puertas protegidas por fuertes barras de hierro. Dimensiones de 8 ½ x 10 ½ pies. Capacidad: 14 pacientes.
  8. Celdas para mujeres: De iguales dimensiones a las anteriores, pero en dos filas de a cinco.
  9. Edificio para empleados : Un solo piso, para acomodar a 12 personas.

El lugar se encontraba totalmente rodeado de una cerca de alambre de 8 pies de altura, con una sola puerta de entrada.

El Asilo para Dementes del Hospital Ancón tenía como máxima autoridad a un Superintendente, que vivía en las instalaciones y contaba además con un Asistente, enfermera jefe, cuatro enfermeros, ayudantes y personal de apoyo.

La admisión se llevaba a cabo solo por la aprobación de una Junta integrada por el Superintendente y el Jefe de los Servicios Médicos del Hospital Ancón y Superintendente del Asilo para Dementes.

El 3 de noviembre de 1928, se dio por terminada la función del Asilo para Dementes, localizado en el Hospital Ancón, mediante la Orden Ejecutiva firmada por el presidente de los Estados Unidos,Calvin Coolidge.

Se ordenó el traslado de los enfermos para el nuevo Hospital Corozal, especializado en trastornos mentales, que fue colocado bajo las órdenes del Servicio de Salud de la Zona del Canal.

Al reubicarse a todos estos pacientes en una sola institución, el Hospital Corozal, se dio un gran paso al reconocer la importancia del tratamiento especializado para esta categoría de enfermos.