Monday, June 6, 2011     17:19
 

Colocación de la primera y única piedra para el edificio del Instituto Conmemorativo Gorgas

El Presidente Belisario Porras habían mantenido una muy estrecha amistad personal con el Coronel William C. Gorgas y era un gran admirador de la brillante labor llevada a cabo por este científico en la conquista de la fiebre amarilla en Cuba y luego en el saneamientos de la Zona del Canal y las ciudades de Panamá y Colón.

Al fallecer el Coronel Gorgas el 4 de julio de 1920 en el Hospital Militar Queen Alexandra en Millbank, Inglaterra, el mundo entero tuvo una muy sensible pérdida.

Porras se comprometió a crear, durante su mandato presidencial un centro de Medicina Tropical que se llamaría Instituto Coronel William C. Gorgas, como un tributo a la memoria de tan distinguido profesional y fue asimismo el primero en lanzar esta idea al mundo.

Un comité provisional sugirió que se invitara a los demás países de América con el objeto de que aportaran sus ideas, al igual que una contribución económica para el mantenimiento del Instituto.

Una de las figuras que tomó esta campaña con un máximo interés fue el Almirante William C. Braisted, destacado médico norteamericano que había trabajado con Gorgas durante la primera guerra mundial. Fue muy natural entonces, su escogencia como el primer presidente del Gorgas Memorial Institute.

El comité decidió contratar los servicios de una compañía publicitaria para realizar una promoción en los Estados Unidos, hacia la adquisición de fondos. Por diversas razones, resultó un verdadero fracaso, debido tal vez a la duplicación y reduplicación de organizaciones y de esfuerzos para honrar la memoria de tan distinguido hombre.

El Instituto no recibió ningún beneficio económico de esta promoción, por el contrario, debió asumir la responsabilidad por el pago de altos honorarios profesionales.

A fines de 1922 el gobierno panameño, cumpliendo la palabra empeñada, procedió a la compra de un lote de terreno de la familia Pinel, localizado en las afueras de la ciudad en el barrio de Bella Vista, cerca del mar. Allí se planeaba construir un edificio para el Instituto, a un costo de B/.500,000.00 a B/.750,000.00 y que sería donado por Panamá.

En abril de 1923 aparece el Dr. Franklin H. Martin como nuevo presidente del Comité Ejecutivo. Inmediatamente se inició una vigorosa campaña para recolectar fondos y a su vez realizar gestiones para obtener un auxilio económico anual por parte de los Estados Unidos.

El entusiasmo por esta gran obra era muy grande. En febrero 18 de 1923, el Presidente Porras en una impresionante ceremonia, colocó la primera piedra del edificio en el sitio ya indicado.

En un emotivo discurso, dijo "estamos en gran deuda con el genio de Gorgas por la transformación de Panamá, de un país cargado de fiebres al paraíso en el cual vivimos. Por consiguiente, considero que Gorgas, hasta cierto punto, nos pertenece, porque fue aquí donde dedicó sus grandes esfuerzos para aliviar a la humanidad de sus plagas y los vio coronados por el éxito. Gorgas destruyó las moradas de la muerte, nos proporcionó agua para beber, purificó el aire de nuestros exuberantes bosques tropicales y de nuestras ciudades coloniales. En una palabra, Gorgas redimió los trópicos". Añadió también que "sobre esta piedra se elevará grandioso templo dedicado a este hombre, a él acudirá una incesante cadena de peregrinos, compuesta no solo de nuestros compatriotas enfermos, sino también de todos los miles de afligidos que vendrán de todos los países tropicales a buscar salud con absoluta fe en el nombre de Gorgas".

Esta ceremonia también coincidió con la visita que destacados cirujanos de los Estados Unidos hacían a Panamá.

Las primeras paladas de cemento fueron echadas por el Presidente Porras y el Dr. Franklin Martin. Una medalla conmemorativa fue repartida a los asistentes. Por un lado presentaba un busto del General Gorgas y en el reverso, un relieve del futuro edificio, con la siguiente inscripción:

"Conmemorativa de la iniciación de los trabajos del Instituto Gorgas Panamá, 1923"

Después de esta ceremonia, los eventos empezaron a marchar muy lentamente, por diversas razones de orden burocrático y presupuestario en nuestra república. La primera piedra quedó solitaria y abandonada a su suerte.

Años después surge la figura de Maurice H. Thatcher en el panorama, diputado por Kentucky, quien presenta en enero de 1928 al Congreso de los Estados Unidos (el No. 70), la ley 8128 por medio de la cual se concedía un subsidio de $50,000.00 anuales al Instituto Gorgas.

Después de prolongadas reuniones del subcomité de Relaciones Exteriores donde hablaron a favor del proyecto muchísimas personalidades, el Congreso aprobó dicha ley (11 de abril de 1928), que fue sancionada por el Presidente de los Estados Unidos, Calvin Coolidge el 7 de mayo de 1928. Se programó la entrega de la primera partida del subsidio para el primero de julio de 1928.

Panamá, para cumplir con su parte contractual, debía entonces proporcionar un sitio para el Instituto, ya que la parte económica estaba asegurada. Tocó al nuevo Presidente de Panamá, el Ing. Florencio Harmodio Arosemena, inaugurar el 2 de abril de 1929 este soberbio centro, que a través de los años ha realizado una brillante y fructífera labor dentro de la investigación científica, para orgullo de los panameños.

El Presidente Rodolfo Chiari aceptó entregar al Comité y por un periodo de tres años, hasta la construcción de su propia sede, un importante edificio que se había levantado con una estructura arquitectónica tipo griego, destinado para una Escuela de Medicina en Panamá. Este hermoso edificio estaba situado en el nuevo barrio de La Exposición entre los Hospitales Panamá y Santo Tomás.

El 25 de agosto de 1928, el Presidente Chiari y todos sus ministros hicieron entrega formal del edificio mencionado a los representantes del Gorgas.