Monday, June 6, 2011     17:19
 

El sistema de medicina socializada del Canal de Panamá

El tremendo esfuerzo francés dentro de los parámetros médicos, dejó una serie de huellas y experiencias muy favorables, que fueron en forma inteligente, capitalizadas y aprovechadas en su máxima expresión, años más tarde, por los norteamericanos.

El nombre de nuestro país, por una parte, se había convertido en un sinónimo de escándalo, fraude y corrupción, derivados de los malos manejos financieros que se habían presentado y por la pésima administración de la primera de las compañías.

Por la otra, la fama de un lugar malsano, insalubre, inhóspito y de muy difícil adaptación, estaba muy difundida por todo el mundo.

Se necesitaba entonces de grandes elementos de persuasión, que resultaran lo significativamente atractivos, para que trabajadores de distintos países se decidieran aceptar un puesto en la Compañía y viajar a Panamá. Lo anterior, no se refería únicamente para los trabajadores clasificados sino también, para la mano de obra más baja que debería rendir los mayores esfuerzos.

Los buenos salarios, unidos a precios especiales en la ropa, habitación y alimentación, fueron muy importantes para que la aventura suicida, se hiciera por lo menos más tentadora. De igual forma, un servicio médico que fuera gratis o relativamente barato, se añadiría como otro atractivo, para que se lanzaran a un desafío a nuestro ambiente y retar a la muerte.

Como las enfermedades empezaron a causar notables bajas en la fuerza laboral, la preocupación por el mejoramiento de las condiciones para la atención de los pacientes, tuvo una respuesta instantánea.

Los franceses en materia hospitalaria estuvieron muy adelantados a sus días, tanto en el aspecto curativo como rehabilitativo. No así en el preventivo, donde fue el catastrófico fallo.

De inmediato se iniciaron construcciones de un hospital en Colón y otro mucho más grande y mejor equipado que se conoció como L'Hospital Central du Panamá, cerca de las faldas del Cerro Ancón y con una capacidad inicial de 500 camas.

L'Hospital Central Du Panama
1882 - 1904
Hospital de Colón
1882 - 1917

Además tuvieron la buena idea de ir formando centros de atención primaria, en varias localidades a l o largo de la ruta del ferrocarril (Gamboa, Paraíso, Bas Obispo, Culebra, Emperador, etc.).

Como el número de enfermos aumentaba cada día y colmaba en forma total la capacidad hospitalaria, también construyeron un magnífico centro de descanso y recuperación en la isla de Taboga, que igualmente servía para descongestionar las muy necesarias camas de los centros nosocomiales.

El sanatorio de Taboga, con sus 25 camas, construido sobre una colina a orillas del mar, tenía una magnífica vista que invitaba al descanso y a la meditación, produciendo casi inmediatamente un efecto benéfico en el estado anímico de los enfermos.
El Sanatorio de Taboga
1885 - 1914

Para la fuerza laboral los servicios hospitalarios eran cubiertos por la compañía o por los contratistas privados. Sin embargo, estos contratistas en muchas ocasiones rehusaban cubrir los costos hospitalarios o tomaban el más simple camino de despedir a los trabajadores, al percatarse que tenían alguna patología de cuidado, con el objeto de ahorrarse todos los gastos subsiguientes.

Los médicos franceses, encabezados por Louis Compagno, ofrecieron con mucho acierto este primer tipo de medicina socializada que se conoció en Panamá.

En forma similar, los pacientes del sanatorio de Taboga, que fue construido a un precio de $1,000,000.00, recibían magníficas atenciones. La estadía era cubierta por la compañía francesa y en algunos casos muy especiales, por los contratistas privados.

Este mismo sistema socializado de la prestación médica fue adoptado por los norteamericanos al hacerse cargo en 1904 de la obra canalera.


El Nuevo Hospital Ancón
1915 - 1928
Al hospital francés le invierten más de $200,000.00 para ampliación y renovación de equipo. Se constituyó el Hospital Ancón con 1500 camas, el mejor centro científico fuera de los Estados Unidos. De una manera similar, adoptaron la idea del sanatorio de Taboga, lo remodelaron y continuó prestando servicios en forma aceptable.

En 1907 se inauguró el Hospital de Palo Seco para los leprosos que habían sido primeramente agrupados en Taboga y después recluidos en un pabellón separado del Hospital Ancón. El gobierno de Panamá pagaba la suma de $0.75 diarios por cada uno de sus nacionales que eran internados.
El Hospital de Palo Seco

El concepto socializado de la medicina durante la construcción del Canal y extendido hasta nuestros días en el Hospital Gorgas y Coco Solo, trabajó perfectamente dentro del sistema capitalista imperante.

El grado de atención médica que fue brindado en el Hospital Ancón fue muy favorablemente comparado con los mejores centros del mundo no solo por contar con avanzados equipos e instrumentales quirúrgicos de esos tiempos, sino también por la devoción y grado de identificación con la tarea desempeñada que demostró el personal médico y paramédico.

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