Monday, June 6, 2011     17:19
 

La prohibición de los juegos de suerte y azar en 1904

Para 1904 la nueva República de Panamá había ya aprobado su nueva constitución y electo a su primer presidente el Dr.Manuel Amador Guerrero. El artículo 37 de la carta magna, especificaba la prohibición de efectuarse en el territorio nacional juegos de suerte y azar.

Posteriormente se elaboró una ley que reglamentaba esta disposición y entraba en detalles sobre la descripción de dichos juegos entre los cuales se mencionaban a los dados que incluían al crap, seven eleven, igualada y klondike. Barajas como bacarat, monte y pinto. Ruleta como caballito y avren. Ademas la prohibición se extendía a todo tipo de rifas, loterías, charada china y dominó.

Detallaba igualmente las penas que conllevaban el infringir estas disposiciones y mencionaba los castigos que recibirían aquellos oficiales de justicia que apadrinaran estas actividades de tipo ilícito y de desacato a la ley.

Como las ciudades de Panamá y Colón, para esta época, eran grandes centros de ebullición económica, con grandes cantidades de trabajadores que arriban diariamente y de todas partes, se habían convertido en centros donde las razas se mezclaban y las diferentes culturas eran muestrario de variadísimas costumbres.

No es de extrañar entonces que florecieran por todas partes salas de juego y antros de vicios de todo tipo, que trataban de ofrecerle a esta masa laboral heterogénea cualquier tipo de entretenimiento y diversión dentro o fuera de los límites que la ley había marcado.

La situación se fue tornando bastante violenta y pronto la imagen de Sodoma y Gomorra fue tomando un paralelo preocupante para los ciudadanos serios y honestos.

Este clamor no se limitó a nuestras ciudades terminales sino que en periódicos de norte América aparecieron artículos donde Panamá se presentaba como un lugar sumamente propicio para el juego y el vicio, tomando la iniciativa el diario New Orleans Picayune, ya que dicha ciudad se encontraba muy ligada a los negocios del canal.

Además de este tipo de publicidad altamente negativo, se insinuaba que el mismo gobierno se hacía partícipe de dichas actividades, extendiendo un manto protector de pasivas indiferencia.

Estas noticias provocaron una respuesta firme del presidente Pablo Arosemena que era el primer mandatario de la nación, desde el 5 de octubre de 1910.

Un mes después de haber tomado posesión se entró en negociaciones amigables con don José Gabriel Duque, concesionario de los juegos conocidos como lotería china y charada.

El gobierno anunció la cancelación de las maquinas traga monedas en Colón, porque se consideraban como dentro de las prohibiciones ya establecidas.

La ya citada ley autorizaba al Poder Ejecutivo para incluir dentro de la prohibición aquellos otros juegos de suerte y azar que dentro del juicio de las autoridades pudieran considerarse en una forma análoga.

En decreto del 17 de mayo prohibía en el territorio nacional todos los juegos conocidos como stud poker y limitó a dos en la categoría de los chinos ( charada y domino ).

Estas medidas austeras, aunque eran moralizadoras en general, representaban económicamente una merma grande para los ingresos fiscales y a pesar de estos inconvenientes el gobierno daba un mentis a estos tipos de publicaciones difamantes contra la imagen nacional, demostrando gran preocupación por este aspecto ciudadano.

Algunos mencionaban que este decreto del gobierno había sido el producto de serias insinuaciones del Coronel George W. Goethals, ingeniero jefe de la Compañía del Canal, porque veía que la enorme masa laboral después que rendía al máximo su trabajo agotador de excavar una inmensa zanja para las exclusas, dejaban en las numerosas casas de juego el producto de todo un agotador esfuerzo.

Lo cierto era que las ciudades de Panamá y Colon, principalmente la primera, estaban llenas de antros de vicio y lupanares, de donde no era muy difícil que pudieran derivarse otras actividades igualmente fuera de la ley.

Uno de los mas conspicuos era el llamado Club Imperial localizado en Salsipuedes, donde cada noche estaba totalmente lleno de abigarradas concurrencias que se deleitaban con el domino chino, poker, tamtam y muchísimos otros más.

El25 de junio, las autoridades emitieron un decreto donde se clausuraba por tres meses el citado club y se imponía una multa de 100 pesos oros, con base legal en el articulo 384 del Código de Policía.

Clark Cho, presidente del citado club, envió un memorial al ministrro de Gobierno y Justicia donde aducía la ilegabilidad de la medida tomada y se basaba en los siguientes puntos:

  • la nueva ley del 26 de junio en la cláusula 4 del articulo 1, substituye al articulo 384 f del Código de Policía ya mencionado.
  • el presidente de la republica no tiene la competencia legal para legislar sobre la materia.
  • no ha existido ningún tipo de juicio
  • no se han efectuado investigaciones directas en el Club Imperial.
  • sentencia debe ser revocada