Monday, June 6, 2011     17:19
 

Dos sustituciones de palabras muy dañinas en el texto del Tratado de 1903

La republica de Panamá había nacido el 3 de noviembre de 1903 en los actos históricos que se realizaron en la ciudad capital, al ser hechos prisioneros los generales colombianos Tobar y Amaya.

El movimiento había sido casi incruento, a no ser por un asiático que perdió la vida por uno de los disparos de la cañonera Boyacá, surta en la bahía.

Al responder el fuego algunos de los cañones de la costa panameña, la nave colombiana se alejo rápidamente.

La acción bélica se termino con estas escaramuzas.

La habilidosa , bien planeada y mejor ejecutada maniobra del coronel J. R. Shaler, superintendente del ferrocarril de Panamá, al negarle el suministro de medios de transporte a los integrantes del batallón tiradores, desde colon a Panamá, en cambio, ofrecérselo a los generales, aísla completamente a los jefes y su estado mayor de la tropa, que aceptaron viajar solos a la ciudad de Panamá.

La ocasión no podría presentarse mejor para un movimiento separatista. Jefes sin tropas que comandar y tropas sin jefes a quienes obedecer.

Ochenta y cinco millas de separación y sin ninguna posibilidad de reunirse, ya que el ferrocarril no estaba bajo ningún punto de vista. Dispuesto a llevar a cabo el debido transporte.

De igual forma, también estaba en manos del superintendente del ferrocarril, la vía telefónica para establecer algún tipo de comunicación entre la tropa en colon y sus generales en Panamá, que por supuesto, tampoco iba a estar a disposición de la fuerza colombiana.

Philippe Bunau Varilla desde New York, venia presionando muy fuertemente, a la junta de gobierno (Amador, Arias y Boyd) para que cumpliera con un arreglo anterior de nombrarlo como embajador extraordinario y plenipotenciario de la joven nación ante el gobierno de Washington.

El habilidoso ingeniero francés tenía bastante razón para desear y promover una acción rápida por los panameños.

Existía siempre el fantasma de arreglo con nicaragua para la construcción de un canal con fondos americanos, basado en el articulado de la ley Spooner, aprobada por el senado norteamericano, el 29 de junio de 1902.

Otra razón poderosa para exigir celeridad a la junta revolucionaria, era el ofrecimiento del gobierno del Presidente Marroquín de Colombia, de olvidar todo lo pasado y firmar de inmediato el mismo tratado Herran-Hay, atacado y rechazado unánimemente meses atrás por el senado de ese mismo país.

Panamá , de acuerdo con este planteamiento, volvería a su status anterior de departamento y a perder todos los beneficios que obtendría de construirse el canal en su propio territorio.

El nuevo gobierno panameño, que había sido reconocido por los estados unidos, el 6 de noviembre de 1903, también quiso imprimir velocidad a la acción y procedió a otorgar a Bunau Varilla, el nombramiento solicitado, el 11 de noviembre.

A pesar de todo, el gobierno panameño no confiaba mucho en su nuevo agente y el 10 del citado mes, envió una comisión oficial a New York, que procedería a asistir y asesorar a Bunau Varilla en la confección del nuevo tratado.

Igualmente, esta comisión traía instrucciones precisas de discutir todas y cada una de las cláusulas, antes de cualquier intento de aprobación.

El ingeniero francés al enterarse de estas instrucciones,, se reunió con el secretario de estado hay para elaborar a toda prisa, (en solo 7 días), un tratado y firmarlo a marchas forzadas.

El 18 de noviembre , fue aprobado el tratado hay Bunau Varilla, que desde su espureo nacimiento, se convirtió en punto de controversias múltiples, especialmente en el aspecto de la soberanía panameña en la zona del canal.

Traducciones inexactas en el texto del mismo y cambios de palabras, también fueron factores contribuyentes a estos malentendidos entre los dos gobiernos.

Por ejemplo, en el borrador del tratado se mencionaba “ una franja de tierra de 5 kilómetros a cada lado del canal”, pero en el texto se cambio a millas, lo cual de inmediato aumento la cantidad de tierra para uso de los estados unidos.

Pero de muchísimas mas importancia fue el cambio de la palabra “arrienda” que aparece en el articulo segundo del mismo borrador ,para ser reemplazada por “concede”.

El aspecto tan sensitivo de la soberanía sobre la zona del canal, nunca se hubiera presentado si Panamá, hubiera sido simplemente el arrendador de dicha porción de tierra y sobre la cual se debería pagar una suma, que tendría el carácter de un simple alquiler.

En cambio, al introducirse el término “concede” refiriéndose a la franja de tierra a ambos lados del canal, los estados unidos entendieron que se les había dado el derecho de usar la zona como cualquier territorio de la unión norteamericana.

Panamá, por otra parte, siempre ha mantenido a lo largo de todos los años, que jamás ha cedido la soberanía de su territorio.

Muy sencillas hubieran sido nuestras relaciones con los estados unidos, de haberse mantenido el término “arrienda”, pues indicaba una relación comercial muy simple, sin entrar en ningún otro tipo de interpretaciones.

En muchas ocasiones, el curso de la historia y de los acontecimientos, son cambiados por simples juegos de palabras.

Las relaciones entre estados unidos y Panamá, tampoco escaparon a esta regla.

GUATEMALA, MAYO DE 1996