Monday, June 6, 2011     17:19
 

La sanidad en los tiempos del Canal

Los franceses trataron sin ninguna suerte construir un canal interoceánico en el Istmo de Panamá. Fueron excelentes en la parte curativa de las enfermedades, al construir dos magníficos hospitales en las ciudades de terminales del canal. L’Hopital Central du Panama y el Hospital Colón, además de un centro para convalecientes en la isla de Taboga.

La parte preventiva, fue otra cosa completamente diferente, ya que tuvieron la desventaja de ignorar los descubrimientos que Finlay, Reed, Lazear,Carroll, y otros, habían realizado en la Habana,Cuba en 1898 y que llevaron a establecer la forma de contagio de las fiebres amarilla y malaria, por los mosquitos Stegomya fasciata ( después llamado Aedes Egypti) y Anopheles.

Un Congreso científico llevado a cabo en París en 1903, declaró que los trabajos de Reed y colaboradores, indicaban científicamente que la trasmisión de fiebre amarilla era por el mosquito Aedes Agypti.

Sin embargo, en los altos mandos del Ejército de los Estados Unidos, aún prevalecía la teoría de la miasma o mal aire, como causa de las enfermedades.

William C. Gorgas, jefe de Sanidad del Canal desde 1904, traía la exitosa experiencia de haber erradicado la fiebre amarilla en la ciudad cubana y se esforzaba, continuamente, por implantar en el Istmo estos conocimientos, a pesar de la incomprensión de las autoridades para esta nueva teoría.

El decidido apoyo y esfuerzo del ingeniero jefe del Canal, John.Stevens a las ideas de Gorgas, brindó el espaldarazo final de aprobación para la introducción de todas las medidas de saneamiento que fueron subsecuentemente establecidas.

En todo momento, los casos de fiebre amarilla, fueron menos, aunque más temidos porque imprimían pánico y terror, por los severos síntomas y por la altísima mortalidad que la acompañaban.

En mayo de 1904, al iniciar los norteamericanos, los trabajos del Canal, ya tenían los conocimientos de los grandes avances científicos realizados en Cuba y se dedicaron a seguir planes muy bien elaborados, para lograr el saneamiento de la Zona del Canal y de las ciudades de Panamá y Colón.

El primer punto de ataque fue dirigido a la limpieza y pavimentación de calles, drenajes amplios y agua potable para la población, que llegaron a mejorar las condiciones sanitarias en casi un 100%.

Se evitó el estancamiento de las aguas en las calles, vasijas, cisternas y así
destruir un posible lugar para la reproducción de los mosquitos.

Las mallas de alambre de cobre para las puertas y ventanas de las casas, prevenían la entrada de los mosquitos y así impedían que transmitieran la enfermedad, el mismo principio para dotar de mosquiteros en hospitales y en las casas.

La vida de los mosquitos fue estudiada con mucho detenimiento, lográndose comprobar la capacidad de vuelo, la hora preferida para picar a las personas.

Se hacían disecciones anatómicas, especialmente de las hembras, que son las únicas que son capaces de trasmitir la enfermedad.

La fumigación de todas las casas, llevada a cabo, con potentes larvicidas, por las brigadas antimosquitos, fue en sus comienzos, rechazada por muchas familias, porque representaba una intromisión y cambio en sus maneras de vivir, pero que finalmente fue impuesta por las autoridades, resultando de gran ayuda en este plan de saneamiento integral.

La campaña contra las fiebres se basó en varios puntos :

  • El empleo de la quinina, tanto en el aspecto curativo como preventivo de la malaria. Se administraba 30 granos por día para los adultos, en forma de mezcla con licor, que era repartido en los comedores.
  • Protección de las casas por medio de mallas de cobre y de mosquiteros en los hospitales.
  • amplios drenajes para el agua, con el objeto de impedir el crecimiento de las larvas.
  • persecución, captura y muerte de los mosquitos en las casas.
  • Regado de aceite en todos los lugares donde hay estancamiento de aguas.
  • limpieza de montes y matorrales a una distancia mínima de 80 metros alrededor, ya que era conocido que ninguno de los mosquitos podía volar más de esa distancia.

Con todos estos esfuerzos, Panamá llegó a convertirse en la ciudad más sana y limpia en todo Latinoamérica y un ejemplo para el mundo.

El último caso de fiebre amarilla ocurrió el 23 de diciembre de 1906 y la malaria bajó impresionantemente el número de casos.