Monday, June 6, 2011     17:19
 

Conciertos de Tito Schipa en Panamá

La vida cultural en Panamá había sido singularmente activa, en los últimos años de la década del 10 e inicios del 20. Se podían enumerar las múltiples presentaciones en el Teatro Nacional (inaugurado el día 1 de octubre de 1908 por el presidente José D. de Obaldía), de muy cotizadas compañías de ópera, de teatro, de ballet, orquestas sinfónicas y muchas otras actividades dentro de estas categorías.

La privilegiada posición geográfica de nuestro país, donde debían hacer escalas forzadas en esta ciudad, los barcos que viajaban del norte a sur y viceversa, convertía a la capital en un punto de fácil reunión y convergencia.

A la muerte del gran tenor Enrico Caruso, primerísimo tenor del mundo, acaecida en Nápoles en agosto de 1921, la música quedó huérfana de una figura de tan relevante estatura y dominio del bel canto.

Había un solo sucesor a este trono y se trataba del tenor italiano Tito Schipa, que había nacido en la bella ciudad de Lecche.

Desde pequeño y mientras cursaba sus estudios primarios, cantaba en los coros de las iglesias, con una voz todavía de soprano ligero. No se podía ni vislumbrar hasta donde podría llegar ese talento musical y esa capacidad natural, ya que faltaba lo más temido en los niños cantores precoces y era el arribar a la pubertad, con la temida muda de la voz.

Estuvo durante un corto tiempo en un seminario, estudiando la carrera eclesiástica (letanías y música sacra), casi que en forma obligada.

Cerca de los veinte años de edad, después de tomar lecciones de canto a escondidas, el Obispo se enteró de lo acontecido y lo relevó de sus estudios. Posteriormente y con algún dinero reunido se fue a Milán ,a ponerse bajo las instrucciones de un gran maestro, que lo llevó a debutar en La Traviata, en un modesto papel, por el cual tuvo que pagar cincuenta pesetas para actuar en el reparto.

El extraordinario tenor manifiesta que solo conoció el verdadero miedo en su carrera, la noche que debutó en Madrid en 1916 con la obra Manon, ya que antes de salir a escena le comunicaron que el Rey de España había pospuesto una partida de caza, especialmente para ir a escucharlo. En dicha presentación tuvo un extraordinario éxito y por supuesto su consagración definitiva.

Soltero y enamorador, el sucesor de Caruso, de 29 años de edad, ya tenía un largo recorrido por las mejores salas de ópera del mundo, tales como Buenos Aires , Río, Montevideo, Chicago, Teatro Real de Madrid, Scala de Milán, San Carlos de Nápoles, Viena y Berlín.

El magnífico divo se encontraba en 1921, dando unos recitales en Lima, ocasión que aprovecharon los empresarios panameños Alfredo Cohen L y Pedro Díaz G., para efectuar los contactos necesarios y aprovechar una corta estadía, del todo forzada que Schipa debía efectuar en Panamá, para cambiar de barco en Colón, y presentarlo en un concierto en esta ciudad. El tenor debería dirigirse posteriormente al Opera House de Chicago.

Hechos los arreglos pertinentes, los tiquetes se colocaron en la preventa en el Ancón Clubhouse de 1:00 p.m. a 7:00 p.m. diariamente y para mayores detalles estaban Alberto Cohen y Pedro Díaz G. Para informaciones en Panamá, se debía comunicar con Alberto Cohen o Pedro Díaz G. en el Hotel Central y en la Zona del Canal llamar a O. F. Murray. teléfono 293 Balboa de 12:00 M a 1:00 P.M.

La noche del 15 de agosto fue la seleccionada para el concierto, y los precios de admisión para esta exquisita velada cultural fueron:

Luneta y anfiteatro $3.00
Palcos (8 asientos) $25.00
Palco (una persona) $3.50
Galería $1.00

El programa a desarrollar fue:

PRIMERA PARTE
1. Chopin: Polonesa en A mayor. Piano :María Prochaska
Giordini: Caro mío bien. T. Schipa
Caccini: Amarilla T. Schipa
2. Lalo: Los dioses del Rey Francés
Calcavecchia: Souzanne Francés
3. Massenet: Manon El sueño Italiano
Ave María T. Schipa Latin
SEGUNDA PARTE
1. Chopin: Nocturno Op. 15. No.12 piano: M. Prochaska
2. La doña curiosa Aria de Florindo.Wolf Ferrari.Italiano
3. La barcarola. P.Tosti. Italiano
4. Worther verso de d'Ossian. Massenet. Italiano
5. Sommerwere, una voz. Tate. Inglés
6. Su Sueño. Walter. Inglés
7. Princesita. Padilla. Español
8. Granadinas Barrera. Español

El concierto fue un rotundo éxito, que representó una verdadera satisfacción para el público amante de la buena música, que aplaudiendo al máximo al consagrado tenor. El presidente Belisario Porras, su distinguida esposa y todos los altos funcionarios de Panamá y la Zona del Canal, estuvieron entre los presentes.

Dicen las crónicas de los periódicos que en el sueño de Manon y " La donna curiose" del aria de Florindo, se apreció al sublime artista que ha recibido el homenaje de todos los públicos y conmovido a las multitudes con claros y armoniosos acentos:

"La mayor apreciación de todo el público fue la facilidad de emisión de una voz lírica de timbre excepcional, con grandes cambios de agudos a pianísimos y a media voz."

Terminado el programa regular ofreció cinco " encores" porque el delirante público no lo dejaba abandonar el escenario.

El Teatro Nacional se había cubierto de las mejores galas con una enorme concurrencia, elegante, distinguida, de gran categoría y clase, que se había extasiado al máximo con la voz de Schipa.

Resultó este concierto el espectáculo artístico del año, sin discusión de ninguna clase.

Inmediatamente comenzaron los planes y arreglos para otra presentación, en vista del absoluto triunfo alcanzado.

Los cronistas especializados hablaban de que Schipa hiciera un gran favor al pueblo panameño y como una limosna, accediera a presentarse nuevamente. Tal fue la impresión favorable que dejó ante toda la audiencia.

Una noche adicional, no se encontraba entre los planes y arreglos del tenor, ya que debía tomar otro barco en Colón para viajar a México para otros compromisos y luego al Opera House de Chicago, tal como se mencionó anteriormente.

La avidez por volverlo a escuchar y el deseo de aquellos que se perdieron de la inolvidable noche de ópera inaugural, se multiplicaron en esfuerzos para lograr que un tren especial de la Compañía del Ferrocarril de Panamá, lo transportara, inmediatamente, después de finalizada la función, hacia Colón y para abordar el barco y poder así cumplir con los itinerarios ya establecidos.

Para este segundo concierto, programado para el miércoles 17 a las 9:00 de la noche, estuvo acompañado por el profesor Alberto Galimany.

PRIMERA PARTE
Lamento Cesti (?)
La Farfalletta  
La Plainte Lagorque
Bon Jour Sazon Delibes
Lucia (Romanza del Tercer Acto) Donnizetti

Intermedio

SEGUNDA PARTE
Marechiare Tosti
Chi se mescorda cohiri. Barthelemy
Su sueño Walter
Souzanne Calcavecchia
La jota de la bruja Chapi
Ay, ay, ay Freire
Rigoletto (La donna e mobile) Verdi

Los diarios de la época se volcaron otra vez en los más prodigiosos aplausos y comentarios sobre esta aportación de Tito Schipa a la cultura musical del país.

El aplaudido tenor hizo estremecer otra vez a la gran concurrencia que volvió a colmar hasta los últimos rincones al Teatro Nacional.

El público panameño supo corresponder totalmente a una llamada de muy corto aviso para presenciar este segundo concierto de Schipa.

El famoso divo, cantó y triunfó.

Al abordar el tren especial privado hacia Colón, también debió sentirse satisfecho al dejar su arte en una ciudad pequeña, que le abrió de par en par su corazón. Todos estaban muy conscientes del momento vivido y que tal vez, nunca lo volverían a sentir.

Apreció igualmente el verdadero arte de Schipa, con su fantástico instrumento en la garganta y luego de su inolvidable éxito, demostró que "cantar no es gritar, es saber emitir".

El cetro dejado vacante por Caruso, había pasado a un verdadero nuevo rey del canto.